Ranking de los 9 objetos más inútiles en el primer año de mis mellizos
Mi hijo durante su primera experiencia con las hamacas tratando desesperadamente de librarse de sus ataduras
Hoy os traigo un ranking con los 9 objetos que me resultaron más inútiles durante el primer año de vida de mis mellizos.
El otro día estuve haciendo limpieza general, lo que estuvo divertido porque encontré todo tipo de objetos que ni siquiera recordaba que tenía. ¡Hasta encontré un cassette! Sí jovencit@s 2.0, hubo vida antes del mp3, es más, también encontré mi Discman y recordé con nostalgia cómo lo conectaba a la radio del coche con un engorroso cable, y trataba de conducir con el máximo cuidado para que la música no se cortara en los baches.
Y además de esas dos o tres cosillas mías, encontré otras miles de cosas de mis hijos que andaban perdidas por ahí. Es más, encontré tal cantidad de objetos de uso infantil que tuve que ir a consultar el libro de familia para verificar que sólo tengo dos hijos de poco más de dos años. ¿Cómo hemos podido acumular tal cantidad de cosas en sólo 26 meses?
Ya lo decía un amigo, que los hijos son como el gas, que ocupan todo el espacio disponible si se les deja. Bueno, en realidad mi amigo lo decía sobre las mujeres, pero yo creo que es perfectamente aplicable a este caso también.
Lo peor de todo fue que muchos de los objetos que encontré estaban casi sin estrenar, y otros directamente con la etiqueta colgando. Y eso si que me dio rabia, porque ahora voy a tener que engendrar 4 o 5 hijos más si quiero amortizar todo esto.
¿De qué tipo de objetos hablo? Atentos a este ranking con los objetos más inútiles, que compré o que me regalaron, antes del nacimiento de mis mellizos:
1. Ropa de recién nacido
Tengo tanta ropa de recién nacido sin estrenar que creo que voy a montar un outlet. Sobre todo ropa de niña.
Pero vamos a ver, ¿Acaso no avisé durante el embarazo que mi hija tendría que estar un par de meses en la incubadora, y que por tanto no necesitaría ropa? ¿Acaso no advertí expresamente que no me compraran nada de talla recién nacido para ella porque no pesaría más de un kilo y poco como máximo al nacer? Pues ahí está mi armario llenito de ropa de verano para niña sin estrenar.
Y por supuesto, nadie me regaló la ropa de prematuro que sí que pedí, ya que sabía que los dos bebés iban a ser bastante pequeñitos, y me tuve que gastar un pastón los primeros tres meses.
La única ropa que pude aprovechar fueron algunas prendas que, a pesar de ser talla 0, eran tan grandes que las pudimos estrenar al año siguiente. Porque claro, una cosa es que mi hija naciera pequeñita y otra cosa bien distinta es que ya no vaya a crecer nunca.
2. Sacaleches manuales
Esto ya lo avisé también, pero está claro que en mi entorno no me escuchan demasiado (esto ya lo sospechaba mucho antes de mi embarazo).
Sabiendo que mi hija iba a estar muchas semanas en la incubadora, y teniendo claro que yo quería dar el pecho a mis mellizos, antes del parto me compré un buen sacaleches eléctrico.
Así que cuando mi hermana me dijo que me iba a traer un par de cosas a casa, no me imaginaba que me traería 3 modelos distintos de sacaleches manuales… ¡Y una caja con más de 25 modelos de biberones y sus correspondientes tetinas!
Vale, cabe pensar que quizá en algún momento dada mi situación tendría que acudir a la lactancia mixta pero, ¿Por qué me trajo biberones de tamaño gigante que aún hoy en día mis hijos no serían capaces de terminarse ni entre los dos?
Debo aclarar que, para no hacerle el feo, probé uno de los sacaleches manuales para comprobar la diferencia. Y lo único que conseguí después de media hora insistiendo fue sacarme 30 míseros centilitros de leche materna y unas buenas agujetas en el brazo.
3. Mordedores
¿Conocéis esos mordedores parecidos a los chupetes que se meten en la nevera y luego se entregan a los niños para que los muerdan y así aliviar las molestias derivadas de la salida de los primeros dientes?
A mí me pareció una idea fantástica cuando me los regalaron, y los guardé con celo hasta que llegó el momento de usarlos, pero me temo que mis mellizos no compartían en absoluto mi opinión. Se ve que ellos no querían morder nada, ni tratar de aliviar sus molestias de ninguna manera, sino simplemente hacer uso de su derecho a la libertad de expresión protestando y compartiendo a gritos su malestar con el resto del mundo vecindario.
4. El sacamocos (aspirador nasal)
Con el sacamocos también empecé con mal pie, y es que estando embarazada mi cuñado me dijo –aún no se si en broma o en serio- que es inevitable que a veces se escape algún moco rebelde del aparato y acabe en tus fauces.
Sólo de imaginarlo quedé completamente horrorizada, y allí me planté, en el Corte Inglés, con cara de embarazada pardilla exigiendo un sacamocos de primera calidad que no tuviese fugas. La dependienta que me atendió me aseguró que tenía dos hijas y que a ella no le había ocurrido nunca, pero el miedo ya estaba instalado en mi subsconciente.
A pesar de todo lo he utilizado un par de veces, pero está claro que no me apaño bien, en parte por mi falta de pericia y en parte por el ataque de histeria que le da a mis mellizos cada vez que me ven con ese vil aparato en la mano.
Como alternativa, la enfermera de mi ambulatorio me enseñó como lavarles la nariz utilizando una jeringuilla y un poco de suero, y ese método me gusta bastante más.
5. Medicamentos homeopáticos para los cólicos
Nunca he creído demasiado en la homeopatía, y desde que tengo hijos menos aún. Colikind, colimil… el mercado está inundado de medicamentos homeopáticos de elevado precio que nos prometen poner algo de paz en esas noches de llanto infernal que caracterizan los primeros meses del bebé. Y los padres pagamos gustosos porque nuestro descanso no tiene precio, sobre todo cuando llevas más de un mes casi sin dormir y está a punto de estallarte la cabeza.
Pero lo cierto es que todos estos medicamentos no sirven para nada, o al menos en el caso de mis mellizos fue así. Simplemente estábamos condenados a pasar los primeros cinco meses de vida de nuestros hijos paseando por la casa hasta las cinco de la mañana con un bebé histérico en brazos. Una vez que aceptamos nuestra condena con resignación, todo fue más fácil.
Al final, de tanto probar soluciones distintas, acabé descubriendo el remedio definitivo contra los cólicos: El paso del tiempo. Pero mientras tanto, si queréis conocer aquellos remedios caseros que si me funcionaron para calmarles un poco, os invito a leer este post.
6. El termómetro de oído por infrarrojos
Después de probar con varios modelos de los clásicos termómetros que se ponen debajo del brazo, y ver como mi hija se intentó comer el mercurio de uno de ellos en un descuido nuestro, decidí investigar en internet qué alternativas había.
Y así es como di con un termómetro por infrarrojos que se puede utilizar de dos maneras distintas; o bien se pone un par de segundos sobre la frente del niño, o se pone en la oreja del niño y se aprieta un botón.
La verdad es que el artilugio tenía buena pinta; es muy rápido y no parece demasiado endeble. Hasta te dice la temperatura en voz alta si quieres, cosa que le encantó a mis hijos y ayudó mucho a que aceptaran que un objeto tan singular entrara a formar parte de sus vidas.
Pero lo cierto es que, por mucho el invento que le guste a mis hijos, el aparato nos ha da unos resultados bastante inquietantes. Tan pronto mis hijos tienen 32 grados de temperatura, como llegan a los 42,5.
Como anécdota, contaros que hace poco vimos un termómetro de este tipo en el hospital y la pediatra nos aseguró que funcionaba perfectamente. No lo pongo en duda pero desde luego este artilugio no está hecho para mí.
7. El vasito de aprendizaje
Alrededor de los siete meses mis hijos empezaron a rechazar sistemáticamente los biberones, lo que nos llevó a aprovechar esta circunstancia para enseñarles a usar un vaso. Para ello compré el típico vasito de aprendizaje con una especie de tetina dura, que funcionaba de forma muy similar a la succión del biberón o incluso del pecho. Pues bien, ¿Os podéis creer que nunca fueron capaces de aprender a usarlo ninguno de los dos?
Así que después de varios intentos fallidos, y algo de desesperación por nuestra parte, hallé al fin la solución; quité la tapa del vaso e introduje una pajita. Y como es la vida que no tardaron más de dos minutos en aprender como se succiona a través de una paja, y además les encantó la experiencia.
Una solución muy eficaz para lograr que empezaran a beber en vaso sin derramarse el contenido encima, pero no tanto para evitar que el vaso acabe volcado unas miles cuantas veces al día. Bueno, no se puede tener todo 🙂
8. Los dvds de Baby Einstein
Estos dvds me los regaló una amiga de mi madre, también abuela de mellizos, asegurando que sus nietos se quedaban completamente hipnotizados con el contenido. Dichosa ella porque a mis mellizos nunca les prestaron atención. Y es que a ellos estas cosas tan tranquilitas e intelectuales nunca les han interesado en absoluto.
Eso sí, si les pones un concierto de Lady Gaga o un videoclip de Shakira, lograrás captar toda su atención y acabarán bailando desenfrenadamente.
9. Las hamacas
Las hamacas, ese objeto de culto para muchas mamás que incluso mi compañera multibloguera Padresdetrillizos se llevaba consigo por triplicado cuando se iba de viaje. Pues en mi caso sólo me sirvieron para ocupar espacio en casa y como objeto decorativo.
Después de varios meses de búsqueda en internet durante mi embarazo, comparando todos los modelos de hamaquitas y sus respectivas funcionalidades, la compra fue un fracaso absoluto desde el principio, a pesar de que las hamacas en cuestión tenían todos los accesorios habidos y por haber; música relajante, vibración, muñecos…
Y es que mis hijos eso de estar atados a algún sitio nunca lo han llevado nada bien, a no ser que el lugar en cuestión esté en movimiento como el coche o la bicicleta. ¡Ya os venía diciendo que a ellos les va la marcha!
Y hasta aquí este ranking tan personal. Estoy segurísima de que vosotros habréis tenido experiencias completamente distintas, y estoy deseando oírlas. ¿Vuestros familiares os regalaron las cosas que les pedísteis o no os hicieron ni caso como a mí? ¿Cuáles fueron aquellos objetos comprados o regalados que os resultaron especialmente inútiles durante el primer año de vida de vuestros peques?
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Categoría: Maternidad
Me he reído mucho con este post, pero reconozco que también me he asustado un poco, jejeje! Me quedan un par de semanas para convertirme en madre soltera múltiple (mellizos, Nicolás y Martín) y mis amigas se han encargado de dejarme en herencia todo lo de sus niños para que no nos falte un perejil!! Y lo peor es que, por mucho que digo que sólo necesitaré montañas de pañales, seguro que me regalan ropa para vestir a dos o tres bebés más… Por cierto, creo que menos el sacamocos tengo todos tus objetos inútiles… Ayyyyy!!!
Ya te lo tengo…….que te creias??!! <3
Nuria, yo tambien soy mama soltera de multiples que ahora ya tienen 6 añitos, pero lo que necesites estoy a tus ordenes!
Nuria quien sabe si para tí estos objetos no sean tan inútiles, ya te digo que este es un ranking muy personal. Lo que me funciona a mí, a ti no te cuadra nada, y al contrario. ¡Así son los niños! ¡Todo un misterio!
Estupendo el post, hay muchas cosas que comparto pero por ejemplo a mi las hamacas y el baby einstein si me funcionaba, pero el mordedor ni de coña … mordia antes cualquier cosa que pillara jajaja……
Zapatitos. Me regalaron algunos y además de que mis niños los odian y se los sacan con los talones, casi nunca se los puse, ¿para qué? ¡Si ni se paraban!
Vestidos para mi hija. La veo tan incómoda con ellos que sólo se los he puesto en ocasiones especiales (2 o 3 veces) se van nuevos a lacaja.
Oh sí, Geraldina, los zapatos, tienes toda la razón!! ¿Para qué necesita zapatos un bebé recién nacido? Yo también tengo un montón y nunca los usé. Vestidos en cambio no, fue una de las pocas cosas en las que me hicieron caso 🙂
Me ha encantado el post!!! Tomo nota por si acaso. Vivimos en un piso pequeño así que intentaremos no pasarnos con las compras!!!
Bueno eso es inevitable por la euforia del momento 🙂 Eso es lo malo también, que te regalan mucho para recién nacido pero luego tiene que seguir vistiéndose cuando crecen! Yo de poder elegir hubiese optado por un cheque regalo tipo Zara que me hubiese podido gastar a mi gusto a lo largo de dos años.
Hay q risa!!! A mi con la ropa lo q me paso es q me regalaron ropa de invierno de talla 0 ó 1 y bueno, naciendo a mediados de julio se quedo sin estrenar!!! Las hamacas para mi super utiles y lo del sacamocos yo tenia tanto miedo a las fugas y me daba tanto asquito solo de pensarlo q pedi uno electrico y no puedo estar mas encantada con el!! Aunq ellos me ven con el en la mano y corren hasta q quedan arrinconados. Con el termometro de oido tb me he llevado chascazo. El mio mide de menos: la de noches q me he dormido tranquila pensando q solo estaban destemplados aunq los notara calientes!!! Hasta q una noche lo note demasiado caliente y tanto!! Un gradazo de diferencia!!! Y el vasito de apprendizaje x ahi esta guardado, me paso exactamente igual. Con la pajita perfecto y ya hemos pasado a la botella con boquilla, quizas algun dia lo vuelva a intentsr mas q nada por curiosidad jajaja. Bueno que me enrollo mucho y solo queria decirte que me ha encantado tu post!!!!
Las hamacas que yo recomiendo son las de babybjorn, las únicas. No tienen nada, ningún accesorio ni música ni nada, sólo mis pies para acunarlas en cualquier sitio… Se limpian súper fácil y las utilicé para darles de comer cuando aún no se sentaban, para que esperaran su turno de bibe o de ducha y efectivamente me kas llevaba a todos lados. Alguna mala noche ha sido la única manera de dormir, y hoy en día con casi tres años aún las usan de vez en cuando si están muy cansadas…. Para mí, lo que más hemos usado POR MUCHO!
No he podido evitar acordarme de tí escribiendo el post, hasta te he enlazado y todo je je Voy a ver si con el próximo hijo me compro una Baby Bjorn 🙂
Pues fijate que yo soy muy fan de las hamacas, como Ainoa. Y creo que no acumule objetos inútiles. No compre sacamocos ni termómetro! Y suplique a mis conocidos que me regalaran pañales y cositas de higiene y me hicieron caso. Un besote
me ha gustado mucho, pero a mí sí que me sirvió mucho el ‘sacamocos’ o perilla, pues gracias a él, a Dios y mi madre quelo sabía usar, le salvamos la vida a una de mis.melliz cuando apenad tenía tres semanas, tuvo.muchas flemas y no le permitieron respirar, tuvo lo.que los.dres llaman (y odio el nombre) un.connato de muerte, y le pasó en más ocasiones, una perilla sabiéndola utilizar es de gran a
ayuda, para mi me daba miedo salir sin ella, le lográbamos extraer sus flemitas.vía oral (nunca en el centro de la boca, solo por laterales, pues sino le quitamos el poco aire que le queda) espero nunca vivan un terror como el nuestro, así qie para nosotros fue santa perilla digamos que casi un altar a la misma, nos mega ayudó!!!
Madre mía Ericka, no tenía ni idea de que el sacamocos podía llegar a ser tan importante!! Suerte que tu madre sabía utilizarlo y qué situación tan terrible para tí.
Muy acertado el post!! Eso de que la gente te regala no lo que necesitas si no lo que les da la gana que resulta casi siempre cosas inútiles ha sido para mi el pan de cada día. Para mi las tumbonas o hamacas han sido mi salvación a la hora de bajar de la habitación a la cocina o sala, para salir de casa y para los baños diarios. En mi lista de tops la hamaca esta en el primer puesto!!
Lo se, es que mis hijos son raritos, ya sabéis 🙂 A mí ojalá que las hamacas me hubieran funcionado tan bien, pero no me quejo, al menos en el coche y en la bici van como hipnotizados je je
Gracias, Ilein!!! no dudaré en pedir consejo para cualquier duda que me surja, que seguro serán muchas 😀
Genial entrada! Llevamos unas semanas queriendo escribir sobre esto nosotras también…
Es genial además ver lo diferente que es cada familia.
Mis hijos se pirran por el baby einstein! Y el sacamocos lo hemos utilizado un montón…
Coincido plenamente en lo del termómetro por infrarrojos (menudo fiasco) y las hamacas, si no fuese por el baby einstein, no hubieran aguantado más de un minuto sentados ahí sin llorar.
Ah, y la ropa… Después de haber tenido hijos he decidido no regalarle ropa a nadie nunca más.
Un abrazo
Muy bueno!! A mí las hamacas me fueron de fábula!!! Las recomiendo mucho sobretodo para poder dar el biberón a dos a la vez. También me las recomendaron en el hospital después de estar ingresados 12 días por bronquiolitis para que durmieran y así poder respirar mejor y eso que tenían un mes de vida!
Los zapatitos también siguen en sus cajas sin estrenar! Jejeje
Jaja tus hijos son raros? Raros los mios! Son la antitesis de los tuyos.Tooooodo lo que has descrito a mi me sirvió (bueno en vez de hamaca columpio que aun usan a medidas con Su hermana) sacamocos casi lo sigo usando con el suero claro..el termómetro a mi me va bien..use los mordedores.. Los vasitos aun los usan…y los.dibujos le gustan tooodos jiji. En un par de cosas si el sacaleches porque no pude seguir dándoles ni manual ni eléctrico (a la venta esta nuevo) y la homeopatía ni idea los mios descubrimos q era reflujo y aparte de medicina paciencia. Ah la ropa si es verdad q se queda nueva pero la use toda..aunque para la niña si voy mas al día y lo que me dan.
Ala! rollo revelado Jajajaja
Las cremas para la cara, para el cuerpo y para el culete. Porque son tantas las que te regalan y las que compras que al final caducan. Y odiaba echarles colonia, porque me encanta el olor natural de un bebé limpito. Al final utilizaba las colonias para ambientar el armario y la habitación.
A nosotros las hamacas nos salvaron de la insania x instantes contribuyeron a la paz familiar!! Y siempre fantaseamos con el termometro «fantastico» pero x lo que contas lejos esta de serlo!! Abrazo
Jajajaj es cierto q las mamis primerizas d multiples llenamos la casa d mil cachibaches q luego ni usamos. En mi caso las hamacas genial van ha hacer tres años y aun las usan. Tienen las crece cnmigo d fisher price q valen hasta los 18 kilos. Y como ya he dicho cn casi tres años las usan a diario. Para mi genial asi el sofa es para papa y mama
Yo añadiría las colchitas para las cunas, os dio tiempo algún día de colocar las cunitas con sus colchitas y sus monísimos embozos de encaje??? Ni una vez. Vivían hechas un gurruño a los pies de cada cuna, hasta que las quité.
Colonias y todo tipo de cremas, no fueron exactamente inútiles, casi lo contrario, pero yo pasé unos tres años sin comprar ni colonia ni champú de niños.
De lo demás, algunas cosas a mí sí me fueron útiles, como las hamaquitas o las perillas para los mocos, pero como dices, cada caso somos muy muy diferentes.
Nosotros si hemos usado mucho el sacamocos… y mi marido se los ha comido un par de veces!!!!! puajjjjjjjjj!!! así que no es un mito, es verdad! Eso si, lo sigo viendo útil para que duerman un poco mejor cuando se constipan.
El sacaleches manual para mi fue la salvación en el trabajo. En casa tenia uno estupendo eléctrico, y en la oficina uno manual discreto para salir del apuro y que no me reventara el pecho cuando volví a la oficina.
Me da miedo gastar demasiado en cosas inútiles! pero como bien dices a unos les sirven esas cosas y a otros no, así que hasta que no lo probemos no lo sabremos!mi madre nos quiere regalar las hamacas…mi casa no es enorme, si luego resulta que las tengo de elemento decorativo me dará bastante rabia jeje. Yo tengo claro que compraremos bodys de prematuro, porque imagino que aunque no sean muy prematuros serán más peques de la talla 0… es estresante porque no queremos quedarnos cortas pero tampoco pasarnos, y me parece que será tarea complicada :-S
Marta, yo compré de la talla 0 del kiabi los bodys, mis mellizos de mes y medio pesaron 2400 y 2800 y les sirvieron las 3-4 primeras semanas. En otras tiendas la talla cero da más talla, pero en esta les vino bien.
Y bueno, sobre cosas inútiles, aún no me ha dado mucho tiempo a comprobarlo, son muy pequeños, pero si que ropa les va a sobrar bastante de primera puesta…
Jo, a nosotros la hamaca nos ha salvado la vida… Vivimos en una casa de tres plantas y es donde le ponemos y le subimos, bajamos, para aquí para allá… También es cierto que lo que no le mola es estar atado. Pero por lo demás, nuestra salvación!