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Criar gemelos y mellizos: Viendo doble

| 15 diciembre, 2018 | 0 Comentarios

Porque criar gemelos y mellizos presenta una serie de retos y problemas específicos, que hacen que sea una vivencia completamente diferente, hoy quiero compartir este artículo del diario canadiense Westerly News en donde tres madres múltiples comparten sus historias, alegrías y desvelos.

Una madre de gemelas monocoriales biamnióticas que pasa por un parto vaginal y una cesárea al mismo tiempo, una madre primeriza con un embarazo y postparto lleno de complicaciones y una madre de mellizos soltera por elección que aboga por la normalización de los niños nacidos de donante de esperma nos cuentan como es la vida viendo doble.

 

Criar gemelos y mellizos: Tribulaciones y retos

Cada año nacen más de 380.000 bebés en Canadá. El 3% de esos niños son gemelos y mellizos.

Avery (izquierda) y Brennley Smith son las gemelas idénticas de 10 meses de Christina Smith. Fuente: Westerly News

Esto supone aproximadamente unos 6.000 pares de gemelos y mellizos cada año. Mientras que el embarazo y el parto siempre pueden presentar complicaciones, esperar gemelos definitivamente eleva el riesgo.

Los datos de muerte fetal son el doble, más de la mitad nacen pesando menos de 2,7 kgs  y el coste de las estancias hospitalarias asociadas al embarazo múltiple quintuplican las del embarazo sencillo.

Mientras que todas esas complicaciones acarrean un montón de riesgos, también pueden suponer una gran recompensa.

Tres madres de gemelos y mellizos de Victoria decidieron compartir sus historias y experiencias con nosotros.

 

Parto vaginal y cesárea al mismo tiempo

Christina Smith no es ninguna novata en lo que a la maternidad se refiere. Tenía dos hijas – Lauren, de 10 años, y Kynzleigh, de cuatro – cuando ella y su marido Roger decidieron ir a por el tercero.

A pesar de que cada bebé es distinto, a Christina le fascinan los rasgos que comparten, que denomina “gemelismos

Durante su embarazo, advirtió que tenía más dolores de cabeza que en las experiencias anteriores, y una tripa mucho más grande. Smith pensó que esto significaba que llevaba un chico grandote, pero había algo diferente.

No fue hasta la ecografía de la semana 20, concertada para descubrir el sexo de los bebés, cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando.

«El ecografista nos miró de una forma que pensamos que pasaba algo malo. Simplemente me miró y me preguntó si sabía que era un embarazo múltiple

La familia estaba encantada, y el embarazo fue bastante bien. A las 37 semanas le provocaron el parto dado que esperaba gemelas monocoriales biamnióticas (compartían placenta).

«Los doctores no quieren que pases de las 37 semanas» -explica- «En ese punto la placenta empieza a dejar de funcionar bien.»

Los embarazos anteriores resultaron en partos vaginales, así que sabía qué esperar. El primer bebé salió de forma natural, pero para sacar al segundo bebé hubo que hacer una cesárea de urgencia debido a una insuficiencia de oxígeno.

Milagrosamente, el segundo bebé fue resucitado y no tiene daños cerebrales.

«Después de haber tenido un parto vaginal y una cesárea al mismo tiempo, la recuperación es una locura.» Afortunadamente, contaban con mucha ayuda de la familia y de la comunidad.

Mientras que Smith sabía perfectamente qué hacer con un solo bebé, tener dos a la vez se reveló como un gran reto.

«A la hora de criar gemelos y mellizos hay tantas preguntas, como la lactancia múltiple, o como acostarles a la vez en la misma habitación… O qué hacer cuando están enfermas, ¿Debería separarlas? Y, ¿Cómo amamantar a dos bebés a la vez en la calle? Porque tiene su truco.»

Afortunadamente, en Victoria hay una enorme comunidad de madres múltiples a la que pudo acudir.

Las gemelas tienen ahora 1o meses y Smith cuenta que, mientras cada bebé es completamente distinto, resultan fascinantes los rasgos que comparten, que ella denomina «gemelismos«.

«Tienen esos momentos en los que de repente están tomando el biberón a la vez y lo levantan con el mismo brazo o lo sujetan exactamente de la misma forma, o acercan sus manos a la otra.» – dice Smith- «Tienen un lenguaje propio que cada día se hace más obvio… realmente se dan cuenta de la presencia de la otra«.

 

 Madre primeriza esperando gemelos

Tegan Grymaloski y su marido, Kelly, no estaban muy seguros de querer tener hijos. Quedaron en probar durante un año, y si no funcionaba se dedicarían a viajar. Poco después Tegan descubrió que estaba embarazada.

«No soy joven, tengo ya 45 años», dice Kelly. «Cuando me fui del trabajo le dije a mis compañeros que con la suerte que tengo seguro que me tocaban gemelos«.

Desde luego, no le faltaba razón.

Paige (izquierda) y Avery Grymaloski son las gemelas de cuatro años de Tegan Grymaloski. Fuente: Westerly News

«Entramos en shock«, cuenta Tegan. «Incluso cuando estaban ya fuera de mi tripa, les miraba tumbados en el sofá y a mi cerebro le seguía costando procesarlo«.

La madre de Tegan es melliza, una de los dos huevos que se fertilizó en ese embarazo. La tendencia a tener mellizos es un rasgo genético que portan las madres, mientras que los gemelos se producen totalmente al azar.

Durante el embarazo las gemelas sufrieron Síndrome de Transfusión Feto-Fetal, entre otras complicaciones

A pesar de que la genética les dotaba de mayores probabilidades para tener mellizos, los Grymaloskis esperaban gemelas idénticas.

En una de las ecografías se descubrío que se estaba produciendo un Síndrome de Transfusión Feto-Fetal. Llegados a este punto, uno de los bebés tenía un tamaño de prácticamente la mitad que el otro.

Tegan tuvo que ser monitorizada de forma frecuente y muy cuidadosa durante el embarazo.

Un día, seis semanas antes de su fecha prevista de parto, su marido la encontró gravemente indispuesta. Corrieron al hospital y los médicos decidieron que los bebés tenían que permanecer en el útero al menos dos semanas más para reducir los riesgos asociados al parto prematuro, un riesgo que se ceba especialmente con los embarazos múltiples.

Tegan permaneció en el hospital durante dos semanas, sufriendo contracciones todo el tiempo. Kelly vio como su mujer se ponía cada vez más enferma y le suplicaba a los médicos que le indujeran el parto.

Finalmente lo intentaron, pero Tegan no respondía, y le tuvieron que hacer una cesárea de emergencia, tras lo cual ambas niñas nacieron sanas.

Kelly, con su mujer aún inconsciente, se sentía completamente desbordado como nuevo padre por partida doble.

Unos días más tarde Tegan despertó, y su marido le felicitó por el buen trabajo que había hecho trayendo al mundo a las niñas. Tegan le miraba completamente en shock.

«¿Qué bebés?«, preguntó ella. Pasaron meses antes de que recordase todo lo que había pasado, y recuperase totalmente el habla. Los doctores nunca supieron explicarle qué le sucedió exactamente.

Hoy día, plenamente recuperados, son una familia feliz. Las gemelas tienen cuatro años. Estas niñas, explica Tegan, son realmente milagrosas.

«Acabaron teniendo un pequeño retraso en el lenguaje, porque podían entenderse la una a la otra sin hablar. Saben cuando la otra ha sufrido algún daño, incluso estando en habitaciones distintas… son muy empáticas la una con la otra

Aún con todo, Tegan mantiene que tener dos bebés en su primer embarazo fue toda una bendición.

«Lo bueno de tener múltiples a la primera es que no conoces otra cosa. No sabemos como sería tener solo uno, simplemente nos concentramos en mantenerlas vivas«, ríe la madre, «Con gemelos, cuando les ves corriendo por ahí tienes que tomar una decisión rápida y preguntarte cuál es el que está en mayor peligro«.
 

Madre soltera por elección con mellizos

Maria Doucette siempre había querido ser madre, lo sabía desde que era una niña. Pero tal y como transcurrió su vida, al no lograr encontrar un compañero, decidió tomar cartas en el asunto al cumplir los 43 años.

Después de varios intentos mediante inseminación artificial (IA), y un par de abortos, probó una última vez mediante Fecundación In Vitro (FIV).

Cuando ya tenía 46 años fue a una clínica en Barbados y usó una donante de óvulos de allí y un donante de esperma georgiano, implantándose dos embriones.

«Cuatro días después, simplemente lo supe«, – cuenta Doucette -, «podía sentir mi útero lleno«. Después de la prueba de embarazo constató que estaba embarazada.

Kinley (izquierda) y Tayten son los mellizos de Doucette, madre soltera por elección.

Doucette tuvo un embarazo sano y dio a luz, mediante cesárea, a sus mellizos; una niña llamada Kinley y un niño llamado Tayten, ahora de cuatro años de edad.

Un día antes de tener a sus mellizos, otra mujer había alumbrado en el mismo hospital a otro bebé del mismo donante

Aunque la donante de óvulos permanece en el anonimato, Doucette pidió que el donante de esperma no lo fuera para que sus mellizos pudieran saber algún día quién era su padre.

Siete semanas después del parto acudió a la página web de donantes de esperma para conocer su identidad, descubriendo que podía obtener la información de forma bastante rápida.

Una semana después recibí el email de una chica que había tenido un bebé del mismo donante”, cuenta Doucette. ”Cuando leí en la última línea que vivía en Victoria se me cayó el teléfono”.

Esta mujer, no sólo vivía a cinco minutos de Doucette, sino que además dio a luz un día antes y en el mismo hospital.

Estábamos las dos en el hospital al mismo tiempo, ¡Dando a luz a hermanos!

Los tres niños se parecen, y juegan juntos regularmente. Se llaman unos a otros hermanos, y a las madres de los otros les llaman “tías”.

Doucette se ha unido a un grupo de Facebook para padres de niños del mismo donante, y a otro de madres solteras por elección que han recurrido a bancos de esperma.

Tenemos una comunidadtan bonita ahora”, dice Doucette, “cada vez que quedamos cuidamos a los hijos de los demás”.

Doucette enfatiza que quiere ayudar a normalizar los embarazos mediante donación de esperma, e incluso ha accedido a participar en un documental.

Ser una madre soltera es duro, pero ser madre soltera de mellizos nacidos de un donante de esperma es aún más duro”, cuenta.

Cuando mis hijos vayan al colegio y otros niños les pregunten quién es su padre, deberían poder responder que su padre es un donante de esperma y que no pase nada”.

 

Dos bebés a la vez suponen toda una nueva comunidad

Mientras que los gemelos y mellizos pueden tener una vida intrauterina más dura, estadísticamente hablando no afrontan ningún efecto adverso en su vida adulta derivado de haber formado parte de un nacimiento múltiple.

Algunos estudios incluso afirman que los gemelos tienen una vida más longeva, especulando si podría tener que ver con el apoyo mutua y el vínculo entre ellos.

 

Fuente original: Seeing double, the trials and tribulations of twins (Westerly News)

Traducción libre por Somos Múltiples

 

Sobre la autora Somos Multiples

Madre de mellizos prematuros que un día decidió abrir un blog para compartir su (in)experiencia personal con otras madres. Administradora de Somos Múltiples y de la tienda para gemelos y mellizos Tot A Lot. Adicta a las redes sociales. Más info en la sección Autores.

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Categoría: Maternidad

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