El entorno óptimo para el desarrollo cerebral de tus bebés
Los bebés tienen una curiosidad innata por justo aquello lo que necesitan en aquel momento para un buen desarrollo cerebral. Por ejemplo: en los primeros meses el bebé se fija más en el lenguaje que en otros sonidos y así desarrolla el lenguaje maternal. Y cuando ya entrenó suficientemente sus movimientos y el equilibrio, se pone de pie por primera vez. Tienen un esquema interior, un plan preconcebido que les ayuda a crecer adecuadamente.
Durante los primeros años lo más importante es su desarrollo emocional.
La rapidez de la evolución de este desarrollo depende de la maduración del sistema nervioso. No es bueno estimular al niño de modo excesivo ni sirve realmente para conseguir un adelanto; el desarrollo debe seguir su propio curso. Lo demostró el psicólogo Gesell, de EE.UU. mediante una investigación con gemelos.
A uno de una pareja de gemelos idénticos le sometió a un programa de estimulación motriz. Este niño gateó, se puso de pie y anduvo antes que su hermano gemelo que no participó en el programa. Pero al cabo de unos meses sus niveles se igualaron. La única diferencia era que el gemelo que no siguió el programa de estimulación estaba más feliz y más relajado que su hermano. Había desarrollado las habilidades para las que estaba físicamente preparado en el momento oportuno.
En los primeros dos años de vida lo más importante es el desarrollo emocional del cerebro. Cuánto más les entiendes y dejas de lado los enfados y las palabras feas, más armonioso será su evolución. Castigarles por sus trastadas y rabietas es contraproducente, ya que suma sensaciones desagradables a las que ya vive (también él se asusta de su rabia). Es mucho más pedagógico acompañarles en sus emociones, dándoles un nombre y transmitirles tu comprensión. «Estás enfadado, lo veo, quieres seguir jugando y no ir a la cama. Pero es la hora» o «No te gusta que te quite este objeto ¿verdad? Es peligroso, cielo». No se trata de consentírselo todo, pero sí tener en cuenta su estadio madurativo.
Cuando son pequeños, necesitan explorar el entorno, así que hay que preparar éste para que haya lo menos posibles peligros. Y desviándoles la atención, puedes evitar mucho malestar. Lo bueno es que el cerebro de tus pequeños vaya madurando día tras día. Así que mantén una perspectiva a largo plazo. Cuando ya tengan tres años, podrás hablar por el móvil un rato sin que te molesten o entrar en una tienda sin que lo quieran tocarlo todo. Y esto será en parte por la educación que les has dado y también por el desarrollo de su cerebro.
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Sobre la autora Coks Feenstra
Coks Feenstra, psicologa infantil, lleva desde el año 1995 investigando el mundo de los múltiples. En 1999 publicó el Gran Libro de los Gemelos. También colabora otras publicaciones como Psychologies o Crecer Feliz. Más info en la sección Autores. Si deseas comprar el Gran Libro de los Gemelos desde España o Europa haz click aquí. Si vives en USA o Latinoamérica puedes adquirirlo aquí.
Por fin alguien lo dice alto y claro!!!
me gusto!!! me acabo de relajar!!! jajajaja
Vaya, me acabo de quedar más tranquila… siempre he pensado que mis hijas no estaban lo suficientemente estimuladas, por eso de ser tres, y que quizás eso influiría en que luego hicieran las cosas peor… cierto es que han empezado a andar tarde, la que más temprano con 18 meses (16 corregida), otra con 22 (20) y la tercera con casi 24 (22). El neonatólogo siempre nos dijo que no nos preocupáramos, que estaban bien, y que andarían pronto… pero la gente no dejaba de decirnos que no era normal, que teníamos que ponerlas a andar continuamente, que no hacíamos lo suficiente… sin embargo, cada vez que una a echado a andar, no ha habido pruebas, ni primeros pasitos, ha sido, uno, dos tres… y me hago el pasillo entero sin titubear. A veces creo que nos obsesionamos un poco, y que además la gente tiende a obsesionarnos más… Y eso que nosotros somos de lo más tranquilos!
Aquí otra que se queda más tranquila 🙂 Me siento muy identificada con esto que dices: » siempre he pensado que mis hijas no estaban lo suficientemente estimuladas». ¿Por qué siempre las madres tendemos a echarnos la culpa de todo?
Yo la verdad es que no trato de realizarles ningún tipo de estimulación de forma consciente, creo que compartir el día a día con ellos y dejar que vayan descubriendo el mundo poco a poco es toda la estimulación que necesitan de momento. ¡Que parece que tienen que nacer sabiendo leer y escribir!
La neonatologa me lo explico muy bien, se debe manejar la edad corregida en algunos casos hasta los tres años y en otros hasta mas, asi que a disfrutar del momento en el que se encuentran, caminaron cuando debian caminar, cada una esta aprendiendo a hablar a su ritmo, unas mas otras menos, palabras distintas y lo del pañal que mas le preocupa a otra gente que a mi, entiendo que lo dejaran cuando deban dejarlo, no antes ni despues, y como ni tiempo me da para relacionarme con madres que tengan niños de la edad de las mias, ni cuenta me doy si van muy retrasadas o adelantadas, lo que si es que trato de informarme para la edad que tienen, el tipo de desarrollo que les toca, pero con calma…
Esimular el cerebro de un bebé, es lo mismo que regar, abonar, y cuidar una plantita desde que brota si lo hacemos crecerá fuerte y sana y pronto tendrá flores, nosotros hemos estimulado cientos y cientos de niños y absolutamente ninguno se ha mostrado menos feliz por eso todo lo contrario son niños plenos, no es posible que por un solo estudio generalicen, eso no es ni profesional ni ético y solo consiguen confundir. Tenemos 25 años en esto y sabemos perfectamente de lo que hablamos