Una familia numerosa con gemelas sobre ruedas
«La noticia de la llegada de mis gemelas Alba y Aitana nos pilló, como a la mayoría de los padres de múltiples, por sorpresa. Teníamos ya una niña y, buscando un segundo peque en nuestras vidas, llegaron 22 meses después la segunda y la tercera.
No os voy a engañar, los primeros meses se hicieron duros: La hermana mayor era todavía casi un bebé y se vio totalmente invadida por dos serecillos que ocupaban todos los brazos de sus padres que, evidentemente, trataban de pasar el mayor tiempo posible con las tres, dedicando tiempo exclusivo cuando podían a la mayor e intentando hacerlo lo mejor posible. Y la verdad es que la pequeña hermana mayor lo llevó sorprendentemente bien. Siempre me ha sorprendido su madurez y capacidad de adaptación mezcladas con sus toques de niña pequeña.
La cosa se complicó a los dos meses con la dichosa bronquilitis, que tuvo a las dos gemelas ingresadas durante 12 días en la Maternidad. Después de haber visto cómo una de ellas dejaba de respirar y empezaba a ponerse morada, en dos ocasiones –una en casa y otra, la más terrible, en el primer hospital al que la llevamos, el privado en el que habían nacido, donde pensé que la perdía…- Por suerte, fue trasladada rápidamente al hospital maternal donde inmediatamente empezó a sentirse mejor.
Después de eso los meses de recuperación, de encerramiento y de sobreprotección para evitar que volviera a ocurrir. El invierno fue muy duro y la llegada de la primavera nos invitaba a salir de las cuatro paredes en las que nos habíamos encerrado.
Cualquiera que nos conozca, sabe que siempre hemos sido más bien inquietos y que nos ha gustado viajar. Antes de tener a las niñas dedicábamos todo nuestro tiempo libre y el poco dinero que nos sobraba a ir de un lado a otro, buscando vuelos baratos y visitando a amigos de fuera. Más tarde incluso nos compramos una autocaravana y aprovechábamos siempre que podíamos para escaparnos dentro y fuera de España. La llegada de nuestra primera hija, Irene, no frenó ese entusiasmo y comenzamos a viajar los tres, al ritmo que marcaba la peque y con la ventaja de llevar la casa a cuestas y ahí todo lo que necesitábamos.
La nueva situación familiar sí que cambiaba esto, pues nuestra autocaravana era para cuatro personas y no estaba homologada para llevar tres sillitas de bebé, por lo que nos tuvimos que despedir de ella… Teníamos que buscar una nueva solución.
De momento, aquel primer año no renunciamos a viajar. Sin haber llegado las peques a cumplir los seis meses nos liamos la manta a la cabeza y, más por nuestra imperiosa necesidad de salir que por otra cosa, aceptamos la invitación de unos amigos que se casaban en el norte de Italia y nos fuimos los cinco a verlos.
Fue, claro, la primera vez que viajábamos todos juntos en avión. Toda una experiencia cargar con las maletas y las tres niñas, soportar con paciencia las horas de vuelo, alquilar un coche y llegar a nuestro hotel. Fue, a pesar de las dificultades, una prueba que superamos como familia. Nos dimos cuenta de que podíamos y que debíamos seguir haciendo lo que nos gustaba: viajar y ofrecer esas experiencias a las niñas.
De hecho, ese verano repetimos y volvimos a volar en avión. Esta vez nos fuimos una semana a Tenerife. Se notaron los dos meses más de las niñas y que el destino era mucho más apropiado para ellas: playa, excursiones, el Loro Parque… Fue una pasada e Irene, la mayor, que sólo tenía 2 años y medio, todavía recuerda en parte algunas de aquellas vivencias.
Después de esto y de alguna que otra escapada más, conseguimos por fin vender nuestra antigua caravana para comprarnos una nueva, perfecta ya para los cinco. Y así hemos podido volver a viajar como nos gusta: sobre ruedas y con la casa a cuestas. Nos parece que es una forma ideal para viajar con niños, pues te permite llevar todo lo necesario, adaptarte a sus ritmos, parar donde y cuando convenga y alargar la estancia en uno u otro sitio si nos apetece, así como improvisar si surge la oportunidad.
Todavía no nos hemos lanzado a salir por Europa con ellas; nos faltan días de vacaciones para hacer un viaje más largo, pero todo llegará. De momento disfrutamos viajando por la península y conociendo lugares encantadores con ellas: Pirineos, Cataluña, la costa valenciana, Córdoba, Cabañeros, las Tablas de Daimiel… Y seguimos inventando y planificando escapadas que seguiré contando en mi blog, mi otra pasión 🙂
Y no quiero acabar sin animar a todas las familias de múltiples a salir y a viajar, más cerca o más lejos –según las posibilidades de cada familia- y a disfrutar de esas experiencias únicas en familia.»
María del Mar, madre de Irene y de las gemelas Alba y Aitana
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Sobre la autora Autor invitado
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Comentarios (13)
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- Salimos en Somos Múltiples | Ideas para salir con peques | 17 agosto, 2013
Mira Menny Pineda que dices!´? Te animas a comprarnos un Trailer Park? Vámonos a viajar! Ü
Yo quiero viajar con ellas pero cuando llega el momento mi marido y yo nos miramos y decimos: las dejamos??? jajajaj!! Con ellas solo vamos a la playa xq tenemos casa allí… Tampoco es que tengamos más tiempo para viajar, aunque la verdad es q me da miedo muchas horas de coche con ellas…
Que historia mas bonita!! que tiempo tienen ya las niñas?¿ Yo tb tenìa a una niña cnd por sorpresa tb llegaron mis mellizas.Ahora tienen 6 y 2 años y medio respectvm.
Estoy de acuerdo en que no hay que dejar de viajar con ellos si ya lo hacías antes, pero si que nos toca modificar (y mucho) las formas…menos improvisaciones, diferentes horarios y todo se puede encajar!! Yo también animo a los papás y mamás de múltiples a moverse, y así somos muchos «incordiando» por el mundo y acostumbrando a la gente a familias viajeras…
En pocos dias nuestra primera experiencia viajera cn ls peques tendran 5 meses y nos vamos a la playita!!! Me da un poco de cage x si no se adaptan a ver q tal!!
Pues nosotros somos viajeros desde q tienen 1,5 meses q viajan y sin tener un año ya hemos cogido el avion y somos familia numerosa!! Os animo a viajar con los ninos!! Es estupendo!!
Nosotros si no nos movemos es x falta de pasta»» pero ganas muchísimas , aunque hacer maletas siempre es un jaleo siempre vienen bien las escapadas para tomar fuerzas!!!
Mis peques con 19 meses han conocido otro continente, realmente se acostumbran a todo muy rápido… No hay que limitarse, ni tener miedo… Si te lo puedes permitir, a volar!!!
Nosotros ahora estamos de vacas y disfrutar lo que es disfrutar pues…a ratos. Los cambios lo llevan fatal.
Mis mellizos tambien han viajado en avion desde que tenian 3 meses y no han tenido problemas,es mas: les encanta!!! Ahora tienen 3 añitos.
acabamos de llegar de nuestras primeras vacaciones con los mellizos (1 año 2 meses) y nuestra nena (4 años), extenuante pero hermosas, ver como disfrutaron la playa, la arena, cada detalle que nos regala la naturaleza, ver a nuestros hijos maravillarse con cada detalle, es la experiencia mas maravillosa que podemos vivir como familia,
Cómo me gustaría una autocaravana, la casa a cuestas, carretera y buscar destino… EN vez de eso el primer año fuimos a casa de los abuelos, el segundo a casa rural, y este año otra vez a casa de los abuelos… A ver si llegan mejores tiempos y podemos escaparnos más a menudo…