Octomadre: Una historia insólita sin final feliz (I)

Supongo que todos recordaréis a ese extravagante y casi siniestro personaje conocido como Octomadre. En esta primera parte del reportaje repasaré su particular historia y en la segunda parte sabréis qué ha sido de su controvertida vida durante estos últimos años, desde que se convirtió en madre de octillizos.

A no ser que llevéis los últimos 10 años viviendo en el pico de un monte sin radio, ni televisión, ni conexión a internet, todos sabréis quien es Nadya Suleman, esa mujer que hizo historia tras dar a luz a octillizos el 26 de enero de 2009.

Cuando esto sucedió, la protagonista de tan increíble historia era una madre soltera con seis hijos más, que vivía en una pequeña casa, se encontraba desempleada y se mantenía gracias a diversas ayudas sociales, razón por la cual fue duramente criticada por los medios y la gran mayoría de la gente.

Para el común de los mortales resulta difícil de entender que una persona pueda actuar de una forma tan poco responsable. Quizá la respuesta esté en su infancia, en sus problemas de fertilidad, en los desequilibrios psicológicos que muchas personas le han acusado de tener -incluyendo su propia madre- o en su obsesión por convertirse en una celebrity (se ha realizado múltiples operaciones de cirugía estética con el fin de parecerse a Angelina Jolie).

Cualquiera que sea el motivo, lo cierto es que en los últimos años, la vida de Nadya se ha visto envuelta en múltiples acusaciones de negligencia, maltrato infantil e incluso ha sido acusada de consentir que se produzcan abusos sexuales entre sus hijos mayores y menores. Unas fotografías del interior de su casa tomadas por unos periodistas, y que podréis ver en la segunda parte de este reportaje, apuntan tristemente a la veracidad de todas estas acusaciones.

Hoy Nadya, esa niña que desde pequeña soñaba con ser madre y que, parto tras parto, fue perdiendo el control sobre su propia vida, se enfrenta también a problemas legales muy serios que podrían acarrearle hasta seis años de prisión.

¿Quién era Nadya Suleiman antes de convertirse en la Octomadre?

Nadya nació el 11 de julio de 1975 en Orange County (Estados Unidos), con el nombre de Nadya Denise Doud-Suleman.

Su padre, Edward Doud Suleman, es un militar iraquí retirado que trabajó como restaurador y agente inmobiliario, y más tarde decidió volver a su país natal y trabajar como traductor y conductor para poder ayudar económicamente a su hija.

Por su parte, su madre, Angela Victoria Suleman, decidió permanecer en el pie de cañón ayudando a su hija con el cuidado de los niños.

En 1996, Nadya se casó con Marco Gutierrez, quien se separó de ella en el año 2000 debido a sus problemas para concebir (tuvo varios abortos debido a una obstrucción en las trompas de falopio). Tal y como él mismo ha explicado en una entrevista concedida a Inside Edition, el motivo de la separación fue que Marco no era partidario de tener hijos a través de tratamientos de fertilidad.

A pesar de que Marco siempre ha hablado muy bien de su ex mujer y afirma le desea lo mejor, niega tajantemente ser el padre de ninguno de sus hijos.

La obsesión de la Octomadre por la maternidad

Aunque aparentemente tuvo una infancia feliz, Nadya ha declarado en alguna ocasión que siempre deseó tener una gran familia para compensar la soledad que pasó en su niñez siendo hija única, y la frustración que le supuso no tener hermanos.

“Todo lo que quería era tener niños. Quería ser madre. Eso es todo lo que he querido en la vida. Me encantan los niños”.

“Si miro hacia atrás, veo que siempre he buscado esa conexión, ese apego a otro ser humano. Y esa conexión parece mucho más segura cuando tiene por destino a un niño, es más predecible. Estaba hambrienta de seguridad.”

La madre de Nadya también se ha pronunciado acerca de este tema afirmando que su hija estaba obsesionada con ser madre desde que era una adolescente, “aunque afortunadamente tenía problemas para concebir. En vez de convertirse en profesora de guardería o algo similar, decidió ponerse a tener hijos, y no de una manera normal.”

Esta obsesión por la maternidad también le ha costado muy cara al resto de la familia. Los padres de Nadya no sólo acabaron arruinados económicamente, sino que su madre, presa del agotamiento, acabó en manos de un psicólogo, quien llegó a aconsejarle que echase a su hija de casa.

Nada más separarse de su marido, Suleman comenzó el primer tratamiento de reproducción asistida utilizando el esperma de un amigo suyo que aceptó ser el donante. En el año 2001 se estrenó como madre cuando nació su hijo mayor Elijah.

Tan solo cuatro meses después comenzó su segundo tratamiento, y en 2002 nació su hija mayor Amerah. Y así fue como, iniciando un nuevo tratamiento tres o cuatro meses después de cada parto, Nadya fue concibiendo un hijo por año hasta llegar a tener seis hijos, el cuarto de ellos aquejado de autismo, e incluyendo una pareja de mellizos (los penúltimos).

Y llegaron los octillizos…

En el año 2008 Suleman, ya madre de seis hijos, seguía teniendo seis embriones congelados que se negaba a destruir, así que decidió transferirlos todos al mismo tiempo.

Inicialmente, pensaba que esperaba septillizos, pero un octavo bebé fue descubierto durante el parto para sorpresa de todos.

[…continuará…]

En la próxima entrega os contaré como fue el parto de los octillizos, como vivió Nadya la responsabilidad de criar a 14 hijos como madre soltera, y la sucesión de escándalos, cada cual más turbio, en la que se ha visto envuelta su vida hasta entonces.

Y también hablaremos de un personaje que, a mi modo de ver, también tuvo mucha responsabilidad en toda esta historia: el doctor que participó en todos estos tratamientos de reproducción asistida, incurriendo el múltiples irregularidades, razón por la cual le acabaron retirando la licencia médica.

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